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LLAMADOS A SER LUCES

Textos Bíblicos: San Juan 1:9-12 y Mateo 5: 14-16

¿Cómo podríamos experimentar la Navidad y el Fin de Año de una manera especial y diferente? Pensaba y oraba sobre cuáles pasajes podrían comunicar esta verdad que nos llevara a una renovación y que nos permitieran ver la luz de la gloria de Dios, y estos pasajes de Juan y Mateo nos indicaron el camino a seguir:

“AQUELLA LUZ VERDADERA” nos dice Juan, ilumina a todo ser humano, de tal manera que no podemos seguir siendo los mismos ¡Esa LUZ nos está diciendo que necesitamos cambiar! ¡Reforma significa cambio, renovación! ¡Pensar en la Navidad es comenzar a preparar nuestros corazones los cambios que vendrán con el Nuevo Año!

Esa renovación no se trata de los edificios, o de las alfombras, o de las lámparas. ¡No se trata de ropas nuevas o peinados nuevos! ¡Aquí se habla de nosotros mismos en nuestro interior! ¡Nosotros somos la iglesia y necesitamos ser iluminados cada día con la LUZ que es Cristo!

Este pasaje es un desafío para todo cristiano, pero principalmente para aquellos que fueron hombres y mujeres de avance y de trabajo en la obra del Señor, y ahora se encuentran de espaldas a todo tipo de cambio, desanimados, cansados, o pasivos, y que no entienden que no pueden permanecer así. La LUZ que nació en Belén nos invita a comenzar un Nuevo Año de forma diferente. ¡Necesitamos que ser transformados!

La renovación de la iglesia está en marcha, pero, que interesante, no surge de nosotros, sino de Dios. Dice Juan, “AQUELLA LUZ VERDADERA…” ¡Dios se acordó de nosotros! ¡Esa es la muestra de que la LUZ del amor de Dios llega a nosotros para iluminarnos, y para que se efectúe algo realmente nuevo, que nos permita comenzar el Nuevo Año siendo renovados!

 

PERO ¿QUÉ ES LO QUE HACE ESA LUZ DEL AMOR DE DIOS?

 

Lo que hace es tremendo: -que donde hay tinieblas, -que donde hay dureza, -que donde no existe el perdón sino la venganza y la condenación, ABUNDE Y SOBREABUNDE LA LUZ DEL AMOR DE DIOS!

Qué interesante, el juicio es de Dios, y lo que El decide es enviar a Su Hijo para salvar a los condenados a la muerte eterna, tomando nuestro lugar. Dios transfiere esa maldición y condenación a Su Hijo para que nosotros “NO NOS PERDAMOS, SINO QUE TENGAMOS VIDA ETERNA.” Este es el efecto del Amor que Dios nos tiene, y el efecto de la LUZ que Dios envió para eliminar las tinieblas de nuestras vidas.

¿Nos damos cuenta ahora de lo necesario que es para nosotros que Dios ilumine nuestras vidas para que brillemos en la noche infinita, con la recarga que nos trajo la LUZ de Dios, al morir por nosotros?

El desafío que nos hace esa LUZ de Dios que nació en Belén es que ¡BRILLEMOS ANTE LA GENTE Y PARA LA GENTE DE NUESTRO TIEMPO, aprovechando la llegada de un Nuevo Año! Pero necesitamos una buena conexión con la LUZ de Dios, o de lo contrario nuestras baterías estarán gastadas.

Martín Lutero nos ayudó a pensar en eso cuando escribió: “AQUELLO DE DONDE HACES QUE DEPENDA O CUELGUE TU CORAZÓN, Y A LO QUE TU TE ENTREGAS, ESO ES VERDADERAMENTE TU DIOS.”

Desgraciadamente hay luces falsas que nos atraen, que nos distraen, y hasta nos ciegan para que no podamos ver “AQUELLA LUZ VERDADERA.” Ellas son las luces falsas del dinero y posesiones, de la fama y el prestigio, y la del poder.

Estas tres “luces falsas” nosotros las hemos hecho “grandes luces” y le han hecho mucho daño a la iglesia y por ende a los cristianos. Cuando usted compara “LA LUZ VERDADERA” con estas grandes luces, ¡se da cuenta de que son luces falsas, que nos llevan al final a vivir en tinieblas!

Les invito a discernir el Texto Sagrado para darnos cuenta de que necesitamos esa LUZ que nació en Belén, que transforma nuestras mentes y corazones. Escuchemos de nuevo el texto:

AQUELLA LUZ VERDADERA QUE ALUMBRA A TODO HOMBRE, VINO A ESTE MUNDO. EN EL MUNDO ESTABA, Y EL MUNDO POR EL FUE HECHO, PERO EL MUNDO NO LE CONOCIÓ. A LO SUYO VINO, Y LOS SUYOS NO LE RECIBIERON. MAS A TODOS LOS QUE LE RECIBIERON, A LOS QUE CREEN EN SU NOMBRE, LES DIÓ POTESTAD DE SER HECHOS HIJOS DE DIOS”

Esta LUZ que nos ve perdidos en las frías tinieblas, viene a iluminar nuestras vidas, a rescatarnos, para que podamos brillar con la intensidad que solo la LUZ nos puede dar. Esa LUZ viene a sacarnos de debajo de la mesa, para que salgamos del anonimato, para que dejemos de ser como alguien dijo, “cristianos de la secreta” y nos dediquemos a pasar a otros la LUZ del amor de Dios que nos da la LUZ que nació en Belén. Y si ya somos parte de la LUZ, no es posible que sigamos coqueteando con las tinieblas. ¡¡SI SOMOS HIJOS DE LA LUZ, ANDEMOS COMO HIJOS DE LA LUZ!!

Miren que interesante, cuando la LUZ penetra en nuestro mundo, y nace en Belén, -los ángeles cantan el “GLORIA A DIOS”, María canta el “MAGNIFICAT,” los pastores corren al pesebre y regresan con gozo, no cantando, pero si CONTANDO lo que habían visto y oído, Zacarías Simeón y Ana tienen experiencias maravillosas en el templo, y los de otras naciones, los gentiles, estudiosos de las estrellas, vienen a ofrecer regalos y a adorar, porque para cada uno de ellos había nacido la LUZ!

 

¿POR QUE SUCEDE TODO ESTE ALBOROTO, TODO ESTE PORTENTO?

 

¡Porque TODOS los que recibieron la LUZ fueron convertidos en luces verdaderas!

Muy pronto el “FELIZ NAVIDAD” se va a unir al “FELIZ AÑO NUEVO” ¡Es tiempo de alegría, de gozo! Pero el motivo único, el motivo importante de que estemos gozosos, la razón de nuestra celebración es que “LA LUZ VERDADERA VINO A ESTE MUNDO.” ¡Y nos ha dado la grande, hermosa y gloriosa oportunidad de “SER HECHOS HIJOS DE DIOS!”

¡La LUZ VERDADERA nos ha convertido en luces auténticas para brillar con el amor de Dios en medio de nuestras familias, de nuestros amigos, de nuestros vecinos, de nuestros compañeros de trabajo, de aquellos con quienes nos topamos en la calle!

Así es como quiere Dios usarnos para que Navidad se perpetúe durante todo el AÑO NUEVO, en el que vamos a brillar para gloria de Dios y salvación de otros, con la luz que nos brinda la LUZ que nació en Belén

¡Y una luz así, que proviene de la LUZ que nació en Belén, no se puede ocultar, tiene que hacerse evidente para que ilumine a todos los que están en esta gran casa que es el mundo de Dios, el mundo al cual Dios envió a la “LUZ del Mundo!!”

¡FELIZ NAVIDAD! ¡FELIZ AÑO NUEVO! ¡Y QUE LA LUZ DEL AMOR DE DIOS QUE NACIÓ EN BELÉN, BRILLE EN NOSOTROS! ¡PARA QUE TODOS SEPAN QUE SE ACABÓ EL APAGÓN, ¡PORQUE LLEGÓ LA LUZ, QUE NACIÓ LA LUZ, Y QUE LAS TINIEBLAS SE PREPAREN, PORQUE TIENEN SUS DIAS CONTADOS!!

¡GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS! ¡LLEGÓ LA LUZ! ¡NACIÓ LA LUZ!

 

-Atrévase a decirlo en voz alta:

 

¡GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS!

¡LLEGÓ LA LUZ!

¡NACIÓ LA LUZ!

¡GLORIA A DIOS! ¡AMEN!    

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Rev Joel Ajo Fernández

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